28.4.05

Arcadas

Es lo que nos ha estado pasando durante dos años, tras soportar el olor corporal femenino más nauseabundo que nadie ha conocido jamás en mi trabajo. No debería resultar tan incómodo decirle a alguien que cada vez que se acerca a dos metros, se me erizan los pelos en la nuca, su olor llega al fondo de mi garganta y eso es algo inexplicable. Pero no soy solo yo,no. Todas mis compañeras se han estado quejando de lo mismo todo este tiempo y nadie le ha dicho nada. Eso si, tenemos todo un repertorio de frases alusorias a cual más bestia y escatológica, pero no han servido de nada, porque ella parece no darse por aludida.
Hasta hoy. Las jefas han tenido que coger al toro por los cuernos y dejárselo caer, en privado y todo eso, porque han hecho cambios en el vestuario y la cosa podría llegar a la tragedia griega en cuestión de días. Ella les ha pedido comprensión mientras soluciona el problema. Yo tengo la impresión de que no va a venir mañana.

27.4.05

Cebras

¿Porqué no se quiere parar nadie en los pasos de peatones?
Cada vez que tengo que cruzar uno, me veo haciendo de kamikaze, a veces casi de incógnito y otras tantas en plan chuloplaya. Un día me encontraré con el típico percance tonto y sufriré lesiones o lo que sea, aunque espero que no sea nada comparado con el remordimiento de conciencia que le debiera provocar al que se me tropiece.
Hoy he asustado a Eli, que no se esperaba que la que le cogía del brazo para cruzar, tirara de ella sin pararse en el tan respetado y temido paso de cebra. La pobre se ha visto un BMW pisándole los pies, literalmente hablando, y se ha quedado blanca como el papel. Claro que ella esperaba respetar el ritual de todo viandante, que dice que tú debes pasar cuando te dejen los que conducen, no antes. Y si adelantas un pie y obligas a alguno a dar un frenazo, tienes que aguantar la cara de perdonavidas que te ponen. Eso si te miran, porque lo normal es que no paren haciendo prevalecer la ley del más fuerte, cosa que hacen mirando fijamente en dirección contraria, como quien no se ha dado cuenta de que existe otra especie urbana.
Después del susto le ha dado por reir y me ha preguntado que cuanto nos podrían dar si nos atropellaba un cochazo como ese.

18.4.05

Memorias

Todos tenemos una memoria prestada, esa que no es nuestra pero que de tanto escuchar hemos asimilado como propia. Hay cosas que por muchas veces que te cuenten, siempre acaban diciéndote algo más de lo que ya sabías. Eso pasó la última vez que hoy hablar de mi nacimiento. Una historia muy manida por lo de los 7 minutos que le llevo a mi hermano y todo eso. Pero lo que no sabía era lo que había estado haciendo mi padre durante el parto y sobre todo después.
Cada vez que lo cuento, la gente se ríe. No, se descojonan porque creen que exagero y todo el mundo dice que de ser verdad, debería escribirlo.
Lo haré, por lo menos aquí.

5.4.05

Sra. Rogelia

Por fín me he dado cuenta. Llevo años intentando asociar la imagen de esas mujeres que venden "La farola"(sólo mujeres?), esas tan características con su pañuelo en la cabeza, la falda larga, la cara sucia y el eterno niño en brazos. Por cierto, ¿qué hacen con ellos cuando crecen?.
Hoy he tenido la revelación, cuando miraba a través de unos enormes cristales en una cafetería, al hombre que estaba pidiendo de rodillas justo delante mío, pero en medio de la acera. Se ha mirado el reloj escondido unas cuantas veces, mientras yo me acordaba de mi prima Yolanda y sus comentarios acerca de los niños que se pegan a los cristales en cualquier McDonald`s de la India, para pedirte que les dejes lamer el ketchup que tú vayas a dejar pegado en el paquete de patatas.
Ella llega por detrás y relinchando en su idioma (?) algo que pone fuera de sí al pedigüeño y que le motiva a largarse dejándole el sitio. Se prepara, se arrodilla, se cubre bien las piernas para que no se le vean las "puma", se acomoda el fardo que parece el niño y tras un breve carraspeo, comienza con la retahila de turno. Poca gente pica, la verdad, creo que ya la conocen.
Al pensar que llevaba un muñeco en brazos es cuando la he relacionado con la Rogelia, y en lo que ésta haría si pudiera meterle el brazo por la espalda a Mª Carmen.

1.4.05

Iba caminando distraída y pensando en no se qué, por medio de una de las arterias comerciales de la city, cuando alguien que ha pasado muy deprisa por mi lado me ha dicho: "que te mejores". He vuelto la cabeza en un acto reflejo, demasiado rápido e interesado por mi parte para decir "gracias", antes de ver al sujeto en cuestión. Un chico moreno con cara simpática y una sonrisa de sorpresa como la mía. Me ha devuelto el gesto con un asentimiento y con la seguridad de saber que yo me iba a mirar en el reflejo del primer escaparate. Vaya, vaya con la escayola.