Todavía no sabe nadie cuando me voy del trabajo, pero ya se ha apuntado todo cristo al paripé de mi despedida. O tienen muchas ganas de que me vaya o no saben qué montar para salir a cenar una noche por ahí.
Lástima que saben donde vivo, si no hacía una de Houdini.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario