8.9.07

Durante estos días que he pasado en el pueblo, me iba de vez en cuando al espejo más cercano para ver mi cara y así ver qué me decía de mi estado de ánimo en ese momento. Me ha devuelto mucha tristeza y una constante imagen de impotencia, dura y por desgracia real.
Un día me sonrió por la mañana, casi como si me hubiera reconocido y yo hubiera dado cualquier cosa por pensar que fuera verdad.

No hay comentarios: