21.11.06

Paco

Le he visto de lejos y he sentido esa contracción en la boca del estómago que no sabe definir nadie. Me he escabullido en la panadería rezando para que no me hubiera visto y no viniera a buscarme. Es tan atroz el sentimiento de culpa que tengo con él, que ante la duda de su reacción he intentado evitarle a toda costa.
Yo, que tengo por bandera no arrepentirme de nada de lo que haya hecho, sí que tengo una espina por algo que no hice. Debería haber ido al hospital cuando llamó pidiendo ayuda de sus amigos, o por lo menos haber llamado a alguien para decírselo, pero no lo hice. Ya no les veía y yo sola no me sentía con fuerzas de ir a consolar a un suicida.
Más tarde supe que seguía ingresando cada x tiempo y durante mucho más, que era un zombi. Pero hasta hoy no le había visto. Va con la mirada perdida y arrastrando los pies, hinchado de pastillas y muy viejo para tener mi edad.
Ojalá algún día pueda enfrentarme a su memoria.

No hay comentarios: