13.6.05

hormigas y cigarras

En serio, no se puede pretender que una cigarra se comporte como una hormiga. No es esa su idiosincrasia y hasta que la hormiga no entienda esto, le llevará un tiempo de intentar cambiarla, para más tarde abandonar la idea y seguir la corriente de las cigarras. Cuando esto suceda, la hormiguita se dejará de formalismos comunistas y se relajará, y será entonces cuando sea admitida en el club de las cigarras (a base de puñetazos y demás demostraciones ruidosamente viriles, claro), para darse cuenta de que la vida hay que vivirla sin preocupaciones inmediatas, incluso llegará el día en el que tenga invitados a cenar y no le importe llegar mucho más tarde que ellos. Todo se pega.

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