Mi tío

Siempre me dió miedo con sus uñas largas, sus dientes amarillos de nicotina, su manera de enarcar la ceja y su pelo rubio platino. Era igualito a Vincent Price pero más delgado y con una voz cascada y chillona a veces. Todo en él me resultaba extraño, incluso el que no lo conociera hasta mi juventud, cuando en un fin de semana ocupamos la masía que cuidaba y que tantas ganas teníamos todos los primos de conocer. Parecía una figura ausente y de hecho lo era hasta con los suyos.
Hoy le lloran por lo repentino de su marcha, porque una persona tan vitalista y fuerte de caracter no puede irse en una semana de su lado, de hecho les costará asimilarlo durante un buen tiempo.