27.4.05

Cebras

¿Porqué no se quiere parar nadie en los pasos de peatones?
Cada vez que tengo que cruzar uno, me veo haciendo de kamikaze, a veces casi de incógnito y otras tantas en plan chuloplaya. Un día me encontraré con el típico percance tonto y sufriré lesiones o lo que sea, aunque espero que no sea nada comparado con el remordimiento de conciencia que le debiera provocar al que se me tropiece.
Hoy he asustado a Eli, que no se esperaba que la que le cogía del brazo para cruzar, tirara de ella sin pararse en el tan respetado y temido paso de cebra. La pobre se ha visto un BMW pisándole los pies, literalmente hablando, y se ha quedado blanca como el papel. Claro que ella esperaba respetar el ritual de todo viandante, que dice que tú debes pasar cuando te dejen los que conducen, no antes. Y si adelantas un pie y obligas a alguno a dar un frenazo, tienes que aguantar la cara de perdonavidas que te ponen. Eso si te miran, porque lo normal es que no paren haciendo prevalecer la ley del más fuerte, cosa que hacen mirando fijamente en dirección contraria, como quien no se ha dado cuenta de que existe otra especie urbana.
Después del susto le ha dado por reir y me ha preguntado que cuanto nos podrían dar si nos atropellaba un cochazo como ese.

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