Sunday?

Ayer vino a comer mi hermano el desertor con toda la jarca a casa. Que si que bien vivo ahora, que si no sabes lo que te pierdes, que si no me respetan mis hijos, etc....
Realmente el pasatiempo de mi familia es expresar todo tipo de quejas, habidas y por haber, clamarlas con vehemencia y refunfuñar continuamente.
Luego me pasé toda la tarde chafada pensando en cuanto de ese quejica tengo yo misma, y cuanto más lo pensaba, de peor humor me ponía y más parecido me encontraba con él. Es cierto, no paro de quejarme por casi todo, como si nada estuviera bien, ni nadie hiciera las cosas como yo quiero. Yo creía que era una inconformista, pero ahora tengo claro que lo que soy es una de esas tías viejas gruñonas de cuento que todo el mundo tiene en la familia, pero que nadie quiere.
Esto me pasa por haber querido ser desde pequeña la Madrastra en lugar de la Blancanieves.