8.7.05

Qué bien te sientes cuando te pones esa prenda que tanto te gusta y tan bien te queda. Pero qué pena da el que sólo te la puedas poner durante un determinado período de tiempo. Me pasa cada año, cuando ya me he acostumbrado a la incomodez y las tiranteces provocadas por ese corsé emocional que me tengo que poner, y recordar luego que durante un tiempo me lo podré quitar y todo volverá a ser como cuando todavía me escondía lo que no le gustaba para tenerme contenta.
Me suena un poco a lamento, pero en realidad esperaba el momento como si estuviera a las puertas de unos grandes almacenes el primer día de rebajas.

No hay comentarios: