10.8.05

Bajo caminando por una calle y veo a un anciano de unos 200 años con bastón, boina y demás, que sube por la acera de enfrente. Tengo un pensamiento de aflicción por la soledad del pobre hombre, intentando caminar sin tropezarse, cuando se para y me mira. Gira la cabeza de norte a sur y se asegura de que no hay nadie cerca.
-Gubiaaa!!!
-Rubia yo?
-Hi bieneh a mi caza, tescho un polvo y te doy 1000 pehetah.
-Es que no puede esperar a morirse, o qué?
-Ej que mira que me gujtah...
Y allá bajaba yo, riéndome de lo de las 1000 pesetas y de la poca vista del viejo.

No hay comentarios: