24.1.06

azufre

Mi padre quemaba tiras de azufre para purificar el interior de un barril en el que guardaba vino, y lo cierto es que mientras se consumía el olor era asfixiante, pero después la madera estaba como nueva de impurezas.
Lo único bueno de tener una personalidad obsesiva como la mía es que sea cual sea la gravedad del agravio sufrido, tardo sólo un par de días en quemarlo y luego lo dejo archivado en el contenedor de agua helada, para cuando se requiera su recuerdo.

No hay comentarios: