10.2.06

Memorandum

Cojo el tren y me planto en Lleida después de unas innecesarias tres horas y el olor a zorruno del de al lado. Hotel cutre pero limpio, recepción llena de hombres currantes que se hospedan aquí. No encuentro nada decente para cenar y acabo pidiendo un bocata en el bar del hotel. Me levanto a las 5 y el agua de la ducha está fría. Hago lo que puedo por adecentarme y con el pelo mojado y una niebla de las de verdad, me dispongo a coger el AVE. Me encuentro en la estación con mis compañeros de viaje y maldigo la hora en la que decidí coger la carpeta. Salimos requetepuntuales y vemos una peli, porque de todas maneras no se ve nada ahí fuera. Esto no va tan rápido como yo pensaba, ¿donde está el paisaje distorsionado por la velocidad?. Entramos en Atocha y a mí me entra el mal rollo cuando reconozco vias y lugares que he visto en la tele. El metro viene por el otro lado y a tope de gente. Gran Vía abajo y no puedo dejar de pensar en Broadway. Bar cutre y café con leche frío. Comienzan las esperas. Reunión de gentes variopintas de todo el país. Salen temas y yo me quedo con los "lunes de resaca" que explica la sevillana. Firmamos y que ya me pagarán todos los gastos, nos ha jodio!. Comemos en el cutre y con prisa que el AVE sale a las cinco. Taxi madrileño de los cañís, con taxista disecado en la falange. Cada mochuelo a su asiento y luego tomamos un café. Tíos,(malditos tacones) que yo no voy en el AVE para hacer todo el trayecto de pie. Llegamos a Lleida y siguen las esperas porque el Talgo de Gijón llega tarde. Ellos se van y yo me voy a pasar frío al andén donde se supone que ya está el tren de marras. Pero no, que va a estar allí, por lo menos estaba en Zaragoza cuando avisaron que ya había llegado. Al cabo de un cuarto de hora, todos los desconocidos del andén estábamos bromeando sobre la megafonía. Un grado bajo cero en el termómetro. Por fín llega el Talgo más viejo de la red ferroviaria, cargado de niñatos vascos en busca de fiesta y vida bohemia. Llego a las tantas (¿donde está la banda de música?) y me voy para casa en el metro que viene por el lado correcto.
No sé si habré servido de algo en Madrid, pero creo que ha sido uno de los días más largos que he vivido.

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