24.3.05

Caprabo

Yo no tenía nada en contra de esta gente que vende cosas más caras que los demás, sin saber porqué exactamente. Pero desde el domingo que me gustaría que se hundieran en la más profunda miseria. Y lo iba a sentir por la mayoría de empleados que no tienen culpa de nada, pero lo disfrutaría en especial si fuera por las dos cajeras o cajeros, que cobraron dos cuentas diferentes con nuestra tarjeta, pero sin nuestra presencia.
Porque claro, qué se le va a ocurrir a un chorizo hacer con un bolso que ha sustraído de un maletero que no era el suyo propio. Pues irse al Caprabo a comprar para todo el mes, y en dos veces, por si la primera no le daba suficiente saldo.
Me jode por el papeleo, y por aguantar la cara del policía nacional con más prisa que he visto, pero lo que me ha tocado la moral ha sido lo de la tarjeta. El dinero nos duele a todos, pero es curioso que el efectivo que llevaba, no me importa tanto como el que se gastaron en esas dos horas con la puta tarjeta.
Eso sí, el banco ya tiene un duplicado hecho y listo para recoger.

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