16.11.04

Mi casa

Que ganas tenía de entrar hoy en mi casa. He declinado la invitación de mi padre para cenar o más bien para que hiciera yo la cena, para estar un rato sentada en mi sofá.
Estuve el finde en Huesca con mi hermano, en su poblado hobbit, haciendo leña para el invierno y protegiendo la casa del viento y el frío. Todo esto en familia claro.
Pero es que al volver, me lo traje (a mi hermano Alf) para aquí porque el lunes le operaban de una muñeca. Así que pasé el lunes y el día de hoy, practicamente en el hospital haciendo de enfermera particular. Y no es que me moleste, porque ya estoy acostumbrada a ser el roto de la familia, es que 4 días seguidos con ellos pueden conmigo. Soy una descastada, lo reconozco, pero es que la mayoría de ellos me caen mal. Les quiero mucho, pero como personas no son lo que yo buscaría por amigos. Sólo he heredado la mala leche característica de la familia de mi padre, y es por eso que me veo tan diferente a ellos en todo lo demás.
Por eso hoy sólo tenía ganas de entrar en mi casa, tan blanca, tan tranquila, sin voces estridentes ni malos humos constantes. Tan mía.

No hay comentarios: